martes, 31 de enero de 2012

Leotardos al poder

Las que faltaban para la fiesta acaban de desembarcar. Ya nos extrañaba que el foro se quedara solo como genero, en su inquina contra el obispo y la iglesia en general. Las laicas y monjas enloquecidas, de estilo nekane y con leotardos, ya han dado el salto a la fama, y claro que van a reivindicar, algo tan esencial y fundamental para la vida de la iglesia, como su "derecho a ser curas, y diaconisas".
No sabemos como a Jesús se le paso por alto no elegirlas como apóstoles, pero estas ya le enmendaran la plana.
Señoras, no se preocupen, que sus reivindicaciones ya han sido escuchadas,eso si, en la iglesia anglicana. Animo y pase se a ella que las están esperando, aunque seguro que una vez lleguen tampoco les parecerá suficiente, y querrán mandar todas, y lo sentimos, pero reina solo una.

lunes, 30 de enero de 2012

El ultimo tonto del foro

Nos acaba de aparece un ultimo tonto del bote en el foro, un tal Juan Bilbao, que es lo mismo que decir Antoñita la fantástica o Paquito el chocolatero. El caso es que este ultimo iluminado, nos acaba de repetir las acostumbradas falacias contra el Obispo de Bilbao, como si fuera cuestión de recordar todos los males que Iceta nos trae, cada tres o cuatro meses. Nada nuevo bajo el Sol. Lo único bueno es que el blog del foro se consolida como el basurero internauta, donde las plañideras pueden seguir vomitando sus perlas, mientras lloran desconsoladas la perdida de un apoyo en el consejo presbiteral.
Si un día se narra la historia de las páginas religiosas que hablan de nuestra diócesis, el foro podrá presumir de ser la cloaca diocesana, cuyos miembros prefirieron dividir basados en la mentira, en vez de ser testigos de la verdad.

sábado, 28 de enero de 2012

La liturgia en la vida de la Iglesia

Otra vez el teólogo del foro, Jesús Martínez Gordo, nos ofrece su reflexión sobre la liturgia, pero con un titular bastante tendencioso: “La reforma liturgia conciliar y la contrareforma actual”.

La Iglesia a lo largo de su historia, ha reformado en muchas ocasiones su liturgia, y lo ha hecho para alabar a Dios y llegar en cada momento de la forma más adecuada a los fieles. Todas estas reformas han sido igualmente legítimas ya que a la Iglesia le corresponde realizarlas y sólo a ella.

El Concilio Vaticano II, con ser el último no es el único, y aunque muchas cosas han cambiado respecto de los anteriores, ninguna ha anulado sino a lo sumo, corregido.

Hablar de reforma y contrareforma, es lo mismo que decir que el Concilio afirmó y ahora se niega, o que una cosa era buena y la otra mala. Son términos antagonistas y el uno impide la existencia del otro. Y esto no es verdad.

El Concilio, introdujo muchas novedades en la vida litúrgica de la Iglesia, y nadie niega su bondad si se han aplicado correctamente. Pero también es cierto que en muchos grupos o sectores de Iglesia, aduciendo al Concilio, se han pasado de la raya manipulando la liturgia eclesial y haciendo cada cual de su capa un sayo.

La liturgia eucarística en particular, ha sufrido muchos abusos por parte de algunos curas, y en concreto dentro de nuestra diócesis de Bilbao. Lugares donde cada uno usa los ornamentos conforme le pega el viento, se inventa las plegarias eucarísticas, consagra especies no autorizadas (pan y vino normales), el evangelio lo proclama un laico, ofrecen la comunión bajo las dos especies sin que el Obispo lo haya autorizado, y en el peor de los casos, cuando ha sobrado la Sangre del Señor, no se ha tratado con el debido respeto. Y esto no es aplicar el Concilio en su reforma litúrgica, es pervertir su uso y manipular al Pueblo de Dios.

La aceptación por parte del Papa, que es el único que puede determinar la liturgia universal, del rito extraordinario, no invalida la liturgia conciliar, al contrario, la propone como ordinaria y habitual, y sólo en algunos casos permite la extraordinaria. No se puede engañar a la gente y manipularla como si fuéramos estúpidos. Y además, si la Iglesia por medio de sus legítimos pastores, reforma una vez más su liturgia, deberá ser acogida con el debido respeto y aceptación por todos los fieles, como se ha hecho a lo largo de nuestra historia eclesial.

Los sacerdotes, que se limiten a celebrarla y exponerla conforme a su fiel cumplimiento, que no es su posesión, sino un derecho del pueblo de Dios.

miércoles, 25 de enero de 2012

PREGONES Y PREGONEROS

Hay que ver la que se está armando por lo del pregón de la Vicepresidenta del Gobierno en la Catedral de Valladolid. Y con todo mi respeto, me parece una cuestión tan clara y tan nimia, que sólo puede entenderse su repercusión mediática por el interés de algunos grupos periodísticos y políticos cargar una vez más contra la Iglesia. Máxime cuando según parece todo este lío se debe al mezquino comportamiento de un mal periodista.

Un pregón de Semana Santa, es un acto ante todo religioso, porque de lo que se habla y trata no es de cuestiones sociales o políticas, ni ha de serviri para hacer méritos ante los líderes de un partido, sino que un Pregón, es el pórtico a los días centrales de la fe cristiana, la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

Lo primero que hay que asegurar, es que la persona encargada sabe de lo que ha de hablar, tiene conocimiento de esta tradición eclesial, y la vive con fe y respeto. Por supuesto que a ningún pregonero se le exige haber entrado en el elenco de santos o beatos, dado que para ello es condición sine quanon, entre otras, la de haberse muerto.

Pero aunque a nadie se le pida ser santo, y sabiendo que todos tenemos nuestras limitaciones y pecados, hay que dejar bien claro que la persona protagonista de este acto, no puede tener un estilo de vida públicamente contrario a la fe de la Iglesia, máxime cuando siendo bautizada y perteneciendo a esta comunidad cristiana, sabe que la libertad de sus actos, ha de ir unida a la coherencia y a la responsabilidad para con los mismos.

El Arzobispo de Valladolid, no hace más que recordar esta dimensión a todos, porque es muy fácil ser fuerte con los débiles, y exponer la fe cristiana y la moral que de ella se deriva a la gente sencilla en general, pero también hay que ser fieles al ministerio y recordarla cuando la persona en concreto tiene su relevancia pública.

Nadie pone en cuestión a la Sra. Sáez de Santamaría, y ella es muy libre de vivir como considere oportuno, pero con la misa claridad hay que respetar el criterio de la Iglesia, que exige ser consultada en estos casos, ya que es en la Catedral vallisoletana donde tiene lugar el pregón. Si fuera una charlo o discurso en el ayuntamiento, es muy natural que el alcalde tome su decisión, pero dado que es en el primer templo diocesano, lo razonable hubiera sido que su titular, el Arzobispo, tuviera una palabra que decir al respecto.

D. Ricardo no es un hombre de polémica, y lo que ha hecho no es más que ponerse en su sitio, y esto además de ser su obligación, es una defensa de la misma vida eclesial. Él no ha prohibido el pregón, ni ha vetado a la pregonera (que por otra parte bien podía hacerlo), pero sí ha solicitado que en lo sucesivo, para lo que atañe a la vida de la Iglesia, se le consulte, que para eso es el arzobispo, faltaría más.
 Y al periodista, que mintiendo ha dado una versión tan interesada de la conversación que mantuvo junto a otros compañeros con el arzobispo, más le valdría pedir perdón y decir la verdad, que con profesionales así la libertad de prensa queda dañada.

lunes, 23 de enero de 2012

OTRA SOBRE EL FRAILE-CURA DE GH.

Imprescindible este artículo de opinión del genial Juan Manuel de Prada, publicado en La Razón, el 23-1-2012.


EL ÁNGULO OSCURO
JUAN MANUEL DE PRADA
GRAN HERMANO Y VIDA CONSAGRADA

El cura que participa en Gran Hermano no es sino un producto natural de la descomposición de la Vida consagrada.

Leo que un sacerdote, religioso de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón, está participando en la nueva edición de Gran Hermano. La fértil e irreverente imaginación de Buñuel, puesta a urdir un esperpento religioso, no hubiese alcanzado a idear algo tan exagerado y desquiciante; pero que cosas tan exageradas y desquiciantes ocurran en la realidad, antes que en la ficción, nos demuestra, como ya afirmara Benedicto XVI, que la «mayor amenaza para la Iglesia no viene de fuera: de enemigos externos, sino de su interior, de los pecados que existen en ella». Y uno de sus pecados mayores es la descomposición de la vida consagrada, consecuencia natural de su  disparatada asimilación al mundo, cuyas posiciones se adoptan porque se desespera de conquistarlo a partir de posiciones propias.
¿Cuál es la esencia de la vida consagrada? Básicamente, el seguimiento de los consejos evangélicos, que exigen una identificación más plena con Cristo que la de cualquier cristiano común, a quien le basta con guardar los preceptos (esta distinción entre preceptos y consejos está muy claramente establecida en el pasaje evangélico del joven rico). El problema empieza cuando estos consejos, en lugar de estructurar un género de vida más perfecto, se convierten en una especie de proyecto sociológico: entonces, el fin primordial de la vida religiosa (que es la perfección propia, según el consejo evangélico; «Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo») se transforma en puro servicio al hombre; y lo que tendría que ser corolario natural se convierte en sí mismo en vía de desarrollo de la personalidad de sus miembros. Esté sutil deslizamiento en la esencia de la vida consagrada acabaría infiltrando en su seno el veneno de un secularismo que ha causado estragos en muchas órdenes y congregaciones: empezaron por jubilar el hábito y sustituirlo por ropas seglares, siguieron por alejarse de la observancia rigurosa de sus votos...; Y acaban cobijando miembros que se pirran por participar en Gran Hermano. Y todo ello por asimilarse mejor al mundo, por servir más plenamente al hombre; lo cual, consumarlo el deslizamiento original, es de una lógica implacable.
Hubo un tiempo en que las comunidades religiosas tenían prohibido el uso de la televisión, por considerarse que debilitaba el espíritu de la vida comunitaria.
Se permitió luego su uso a la comunidad como tal, para finalmente transigir con su entrada en las celdas o habitaciones individuales de los religiosos. Y, paralelamente, se propagó la grotesca y nefasta idea de que la evangelización tendría que lograrse a través de los «medios de comunicación»; en lo que se desprecia el ejemplo del mismo Cristo, que confió la propagación de su Evangelio al testimonio personal y directo, de corazón a corazón. Únase a esto el debilitamiento de los votos de obediencia, que antaño vinculaban a todos los miembros de una comunidad religiosa a perseguir en común los fines del instituto y que hoy han cedido ante el espíritu de independencia y emancipación igualitaria de sus miembros (pero si la vida consagrada hubiese de satisfacer la independencia y emancipación dé sus miembros no existirían institutos religiosos; es del género tonto entrar en una comunidad para hacer por cuenta propia las cosas cuya realización en común es la causa de asociarse). El cura que participa en Gran Hermano no es, en fin, sino un producto natural (exagerado y desquiciante, si se quiere; pero natural) de la descomposición de la vida consagrada. La fértil e irreverente imaginación de Buñuel, puesta a urdir un esperpento religioso, no lo hubiese hecho mejor.

viernes, 20 de enero de 2012

TONTERIAS, LAS JUSTAS

Está claro que el monopolio de la estupidez no es exclusivo de algún cura del foro.
Ayer veíamos como entraba en GRAN HERMANO, un cura, seguro que no para anunciar a Cristo, sino para hacerse cómplice de la basura a la que tantos concursantes de este programa nos han acostumbrado.
El susodicho cura, P. Juan Antonio Molina Sanz, MSC, ya ha sido "suspendido a divinis" por su su Superior General, y así se puede leer en la página del arzobispado de Barcelona,
http://www.arqbcn.org/node/2996

Está bien que se pongan los puntos sobre las íes, y dejar de hacer tonterías en la vida, cuando se trata de alguien que es mucho más que un simple ciudadano.
 Si los sacerdotes no dan ejemplo con su vida, su predicación queda vacía y hasta resulta falsa. Es como la sal sosa, o la luz apagada por el absurdo de una vida que ha perdido su horizonte.
Esperemos que este cura no haga demasiadas bobadas dentro de esa casa, en la que ya hemos visto de todo. Porque igual se cree que va a redimir con su palabra y ejemplo a quienes pasan de todo, y seguro se le van a reir a la cara. Claro que cuanto más se identifique con el ambiente que le rodea, más guay y cercano, campechano y comprometido se nos presentará.
Los otros curas, los que trabajan en sus parroquias y entregan la vida en el silencio de cada día, esos son unos carcas y antiguos, y además su fama se apaga más allá de su parroquia.

Seguro que hasta Mercedes Milá nos ayudará a todos a saber cómo tiene que ser un cura como Dios manda, sobre todo este que es motero como ella.
A ver si le echan pronto a la calle, y así nos evitará el bochorno, o a lo peor el escándalo, a tantos cristianos que sentimos con vergüenza como un cura, vestido de payaso, hace el ridículo, si no el imbécil.

Un aplauso a su superior, a la vez que le acompaño en el dolor que para su congregación habrá supuesto este episodio tan nefasto.

jueves, 19 de enero de 2012

Un condensado del foro

El foro ha a publicado un “condensado” de uno de sus miembros más doctos, el Dr. D. Jesús Martínez Gordo, sobre los enfoques de la “crisis en la Iglesia”.
Parece a todas luces inocente y plural su escrito, pero da por supuesto la mayor “la crisis de la Iglesia”, algo que se debe matizar para ser rigurosos.
La existencia de las crisis es algo tan normal como la existencia humana. Cambios, procesos, debates, propuestas antagónicas. Hay tantas opiniones como seres humanos, y caminos para desarrollar la vida cuantos queramos. Pero hablar de crisis de la iglesia es mucho más complejo que limitarla al vaticano II, a la pedofilia, a la relación fieles-pastores...
“Cada uno ve la feria conforme le va en ella”, y este batiburrillo de escritos no sirve más que para de forma suave introducir una idea en el lector, que cada cual puede pensar y proponer lo que se le ocurra; y esta es una de las claves de la verdadera “crisis de la Iglesia”.
En el mercado del pensamiento, cada mente lanza su propuesta, y esto que en el plano de la discusión teórica o filosófica está muy bien porque ayuda al mundo a progresar y al hombre a crecer, cuando se habla de cuestiones de fe tiene un grave peligro. Se puede caer en el relativismo absoluto, donde cada cual se cree con la misma autoridad para proponer un credo y una manera de vivir la fe. Y esto está muy bien para las religiones familiares o individualistas, es decir para un politeísmo existencial, pero para quienes formamos parte de un Pueblo Santo, instaurado por Jesucristo por la acción del Espíritu Santo, y que llamamos Iglesia, no es así.
La fe en Cristo se vive, se celebra y se transmite en la comunión eclesial. Una comunión que nos ha de llevar a vivir con la suficiente gratitud como para saber que es un regalo inmerecido, y la suficiente humildad como para cuidarla con esmero y respeto.
Claro que hay muchos puntos de vista sobre cualquier tema, y en especial la Iglesia, sobre todo entre aquellos que desean imponer sus postulados a los demás, pero negando la autoridad de quien la ha recibido del Señor por la transmisión apostólica.
Critico a la Iglesia (es decir al Papa y los Obispos) por el “rumbo” que ha tomado, y pretendo erigirme en patrón de la nave para reconducirla.
¿Pero quiénes os creéis que sois para semejante osadía. Quién os ha dado semejante encomienda, en base a qué os arrogáis semejante capacidad y acierto?

La Iglesia no está en crisis, porque el Señor que en ella habita es el mismo ayer, hoy y siempre. En crisis estamos los fieles cristianos por nuestra falta de entrega, de fidelidad y de amor entre nosotros y con los demás. Una crisis que brota de nuestro egoísmo individualista, y que se nutre de una soberbia enfermiza. Y la única manera de luchar contra ello es mediante grandes dosis de oración, escucha de la Palabra de Dios, y la suficiente humildad para acoger la voz de aquellos a los que el Señor ha confiado la misión de acompañar y sostener la fe de sus hermanos.

Contra la crisis de la arrogancia, una cura de humildad.

martes, 17 de enero de 2012

El foro se luce.

Un amigo muy de Bilbao, se hizo socio del Athletic. Iba a los partidos con todo entusiasmo, su bufanda, su bocata..., y un día empieza a quejarse, de la manera de jugar al fútbol. Decía que era mucho mejor llevar el balón con la mano, botarlo y pasarselo a los compañeros, que el campo era demasiado grande y que se cansaban corriendo de una punta a otra...; que en vez de meter el balón en una portería tan grande era mas interesante meterlo en un canasto pequeño; que tantos jugadores, al reducir el campo, se molestaban unos a otros y que reduciendo la plantilla, se abarataban costes, mejor jugar cinco contra coinco y no once... De repente se levanta un aficionado y le dice: "tienes razón, pero eso ya existe y se llama BALONCESTO"
A los del foro les pasa lo mismo, son tan listos y doctos, y están tan ebrios de su saber, que quieren abrirnos los ojos, para que asumamos una nueva forma de Iglesia y de fe, y no se dan cuenta de que lo que proponen ya existe, y se llama "Iglesia evangélica". Pues nada, que se vayan a ella y vivan su fe como quieren vivirla, pero que a los católicos nos dejen ser lo que somos.

domingo, 8 de enero de 2012

Poema del foro de curas

NAVIDAD

¡Ya está bien!
¡Ya está bien,
que se nos va a helar!
¡Tanto adorar al chaval
y nadie tiene cojones
de darle sus pantalones,
sus sayas
o su morral!
¡Tanta mirra
y tanto incienso,
y él desnudito entre el pienso!
Pienso…
Pienso que nadie le quiere:
su tiritera me hiere
en esta noche tan puta.
¡Muchachos, traed viruta,
que vamos a hacer una hoguera,
antes de que se nos muera
de frío la salvación!
Juntad todas las banderas
y haced una colcha loca,
porque Dios está en pelota
desde que vino al Portal.


Esta mierda de poema transcribieron los del foro de curas de bizkaia para saludar la Navidad. Que suerte que tienen tanta riqueza poética, y tan refinado gusto. Son el colmo de la finura y delicadeza. El Señor nació en un establo, si, pero ellos pisaron el estiércol.

Saludos

Hoy comienza esta página, que pretende opinar, sobre otras opiniones, las cuales opinan sobre lo opinable.
Siempre desde el respeto y la libertad.