martes, 21 de febrero de 2012

EL FORO EN SU LABERINTO

A nadie se le escapa la lamentable existencia y deriva del foro de curas de Bizkaia. Ya su nacimiento se produjo para “resistir tanto a la desesperanza como al miedo, manteniéndonos en apuestas evangelizadoras de talante conciliar, discerniendo la vida diocesana, y coordinándonos con otras iniciativas y colectivos que comparten nuestra visión”, en claro contra punto a lo que para ellos era inaceptable “La ola restauracionista ha ido llegando también a nuestra diócesis. Expresión de ello es el abandono de lo que supuso la Asamblea Diocesana, el estilo de gobierno diocesano de los últimos tiempos, y la elección de D. Mario Iceta”.

Estos años de existencia del foro, en vez de ser un espacio real “de encuentro, debate, propuesta y apoyo mutuo en estas circunstancias que nos toca vivir”, de manera que se favoreciera la evangelización de nuestra diócesis y la imprescindible comunión eclesial, sin la cual es imposible lo primero, se ha contribuido a profundizar en las diferencias, agudizar las tensiones y mantener un estilo de confrontación entre presbíteros que en nada han ayudado ni a la Iglesia diocesana, ni a los miembros del foro. Para muestra un botón de los primeros convocados que pasaban la treintena, han acabado juntándose en la última asamblea dieciséis; los más frustrados y amargados, y que se empecinan en contaminar el agua del que todos hemos de beber, laicos y curas.

A este grupo le queda una terrible encrucijada; disolverse sin ruido, aunque tenga que asumir que su aventura ha sido un fracaso, del que nadie les pedirá cuentas, o seguir en sus trece hasta el suicidio colectivo, que terminará con algún descerebrado en la senda de la secularización o la suspensión.

Lo que cada vez parece más claro es que este grupo se muere por el puro curso de la naturaleza, sus edades se acercan a la jubilación y no hay savia nueva que los mantenga con vida, por lo que su desaparición, si no próxima y voluntaria, será a medio plazo y forzosa. Lo peor es que si no cambian el rumbo, ahora que todavía están a tiempo, y por el que nadie les va a exigir el flagelo público, llegará un día en el que pasen a la historia de esta Iglesia como los iluminados que vivieron de la amargura, en la amargura se mantuvieron, amargamente quemaron su vida y ministerio, y con la misma amargura sembraron agrazones.

Esperemos que este silencio que están teniendo sobre el resultado de su última asamblea sea porque no saben el modo y el cuando de la escenificación de su retirada honrosa. Será la mejor de las decisiones, y el comienzo de intentar aunar los esfuerzos de todos para la transmisión de la fe en medio de nuestro pueblo.

2 comentarios:

  1. Gracias por la información de asistencia a la última asamblea del Foro,

    Ya me estaba mosqueando yo con tanto silencio.

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    1. esa es la razón del silencio, la falta de quorum entre ellos.

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