lunes, 25 de junio de 2012

Una fiesta eclesial que nos llena de alegría


Ayer vivimos en la Catedral una fiesta por todo lo alto, y no sólo porque litúrgicamente era la Solemnidad de la Natividadd e S. Juan Bautista, sino porque después de más de 40 años no se ordenaban tres sacerdotes juntos y en la Catedral.
Esta alegría contrasta con la permanente mirada opaca y oscura que algunos se esfuerzan en mostrar incluso desde dentro de la propia Iglesia, y de la cual se hace especial eco el llamado "Foro de curas de Bizkaia" al cual se le escapa el agua como a una cesta de mimbre.

Hace unos días, la página de su blog publicaba el texto de un ”cristiano atónito”, titulado “El obispo de Bilbao llama satánicos a los grupos de presión que actúan en la Iglesia”. Y con la gracia que caracteriza al párroco que muchos suponemos se esconde tras este pseudónimo, se preguntaba (creo que con palabras del mismo Judas) “¿soy yo acaso Maestro?” (Mt 26, 25).

Pues querido amigo, creo que el resto de este mismo Evangelio te da la respuesta con meridiana nitidez. Y por cierto, no pudiste contrastar la homilía de la ordenación diaconal con la presbiteral de ayer, simplemente porque no estuviste.

Ciertamente te vendrá bien, llevar adelante el consejo que dices hacía el Obispo en aquella celebración: “amor y fidelidad en su acción ministerial y perseverancia en la oración”.
Menos escandalizarse falsamente y más muestras efectivas de humildad y comunión. Las cuales ayer pudimos vivirlas con gran alegría porque el Señor nos ha regalado tres nuevos sacerdotes para la Iglesia de Bilbao, acontecimiento que el Pueblo de Dios rubricó con un largo y sonoro aplauso. Y como en alguna otra ocasión habéis dicho el "sensus fidelium" no puede equivocarse.

Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario